No sabes cómo te he pensado cada noche.

Desde aquel día no te volví a hablar,
pero ostias, tú no sabes cómo te he pensado cada noche,
no eres consciente de como mi cabeza pronunciaba tu nombre,
tan pausada,
tan calmada,
que parecía que acariciaba cada una de sus letras.

Desde aquel día no paré de buscarte en una voz cualquiera,
olvidando que tú ya te habías ido,
y que a esas alturas ya estarías demasiado lejos.

Y es que joder,
no sabes cómo duele cuando a pesar de la distancia un recuerdo me alcanza
y retumba en el pecho,
cómo me duele cuando se queda atrapado,
ahí, entre costilla y costilla,
sin dejarme respirar.

No sabes que desde aquel día
todas las noches intento soñarte, para no tenerte tan lejos.

 -CP