Hablemos de la forma que tiene de llover en tu sonrisa.

Hablemos de por qué soy incapaz de superar el color añil de tus ojos,
que cuando te veo me ahogo en una risa entrecortada
y siento la necesidad de respirar profundo antes de quitarte la ropa.

Hablemos de la forma que tiene de llover en tu sonrisa
y de los hoyuelos que dejabas al descubierto en un arrebato de felicidad,
muy parecidos a los que se pueden encontrar en lo más bajo de tu espalda.

Ando perdida entre pestañeo y pestañeo tuyo,
buscando desesperadamente hacer mío todo el humo de tu cigarro
y discutiendo con las sabanas quien de las dos,
se quedara con tu olor después de hacer el amor.

Tienes escondido entre tus antojos el mayor de mis delitos,
y yo, como buena culpable, siempre vuelvo al lugar del crimen,
deseando volver a tropezar con tu piel una vez más,
para que en un futuro, este día, lleve tu nombre.

-CP