Con la seguridad de que siempre regresarás a mí.

En este tiempo me he dado cuenta de que ni Neruda, ni Bécquer
serian capaces de transformar en versos el brillo de tus ojos.
Y desde entonces quise que la vida solo tratara de eso,
de perderme en las curvas de tu cuerpo
y acabar atrapada en tus caderas,
al hacer lo que para muchos sería 'el amor'.
De coserte las heridas a besos
y quitarte el sostén con la mano izquierda,
mientras con la derecha te acompaño a descubrir el mundo;
bailar el compás de tu orgasmo
y abrirte las alas para que vueles
con la seguridad de que siempre regresarás a mí,
como yo regresaría a ti, a tu lado.
Quise que se tratara de besarte lento y hacerte rápido el amor,
o al revés, no lo sé,
de descubrir nuevas rutas por debajo de tu camisa,
haciendo hincapié en cada suspiro,
repasando cada lunar, hasta aprendérmelos de memoria
y crear bajo las sabanas vistas al mar,
o a donde quieras viajar en ese instante.

-CP